Salvador Roquet fue un pionero mexicano en psicoterapia psicodélica. Desarrolló un tipo de psicoterapia tomando en cuenta los conocimientos de culturas indígenas que utilizan alucinógenos en ceremonias religiosas y lo apoyó en el conocimiento psiquiátrico de su época. Hacia 1967, comenzó a utilizar sustancias que alteran la mente como complemento de dicha psicoterapia. Sus sesiones psicodélicas duraban ocho horas, donde sus pacientes tomaban sustancias como LSD, Ketamina, Psilocibina y semillas de Ololiuqui (Rivea corymbosa y Ipomea violacea).